La inestabilidad macroeconómica y la intervención de los diferentes gobiernos están provocando una creciente desincronización de los mercados globales, lo que da lugar a resultados económicos más dispares. Esta mayor dispersión podría propiciar una rotación más frecuente en los líderes del mercado —tal y como ilustran los gráficos del equipo Solutions Group de Wellington—, lo que favorecería los enfoques de inversión más dinámicos y tácticos, además de reforzar el potencial de diversificación en las carteras multiactivo globales.
Durante los últimos años, el meteórico ascenso de la renta variable estadounidense parecía imbatible. Aunque el liderazgo del mercado evoluciona con el tiempo, costaba imaginar qué evento podría alterar ese dominio hasta que la inesperada guerra arancelaria impactó en los mercados y puso fin a la hegemonía de la renta variable estadounidense. No obstante, los acuerdos arancelarios aún están lejos de resolverse, y es posible que el escenario actual no se consolide a largo plazo. Aunque el mundo no regrese al entorno anterior a los aranceles, el liderazgo actual del mercado tampoco está garantizado.
La renta variable europea lidera actualmente los mercados, mientras que la japonesa también ha registrado periodos con un buen desempeño, algo alentador tras décadas de estancamiento. La renta variable de los mercados emergentes, que se había visto perjudicada por la fortaleza del dólar estadounidense, ha mejorado su rentabilidad a medida que esta divisa se ha ido debilitando. El año 2025 apunta a un posible cambio de tendencia en el liderazgo de la renta variable estadounidense, aunque todavía no contamos con datos suficientes para justificar cambios estructurales en las carteras a largo plazo.