¿Cuáles son los riesgos potenciales? Tras la meteórica subida del oro este año, considero que el metal precioso cotiza caro según distintos indicadores, entre ellos su precio real (ajustado a la inflación) y la relación entre la capitalización del mercado del oro y el PIB mundial. Además, el oro no genera flujos de caja ni rendimientos, lo que supone una desventaja frente a las posiciones en efectivo.
¿Qué puede ocurrir con el oro si cae la renta variable? Dependerá del factor desencadenante. Si la renta variable cae porque la inflación obliga a la Reserva Federal a subir los tipos de interés, cabría esperar que el oro también retrocediera. Sin embargo, si la caída de la renta variable obedece al temor a una recesión, el oro podría ofrecer una rentabilidad relativa superior.
Implicaciones para la inversión
El oro puede ser una cobertura eficaz en múltiples escenarios bajistas. Si bien mantengo la opinión de que los fundamentales son, en general, favorables para la renta variable, los inversores con exposiciones elevadas deberían plantearse diversificar, y el oro puede desempeñar un papel útil en esa estrategia. Como se ha señalado, la renta variable estadounidense se está beneficiando del auge de la inteligencia artificial, pero conviene no perder de vista ciertos riesgos económicos: desde la estanflación hasta los desafíos relacionados con la deuda pública de Estados Unidos y la independencia del banco central. Además de compensar potencialmente el riesgo bajista de la renta variable, el oro puede contribuir a cubrir otros riesgos, como la inflación y la depreciación de la moneda.
Los responsables de asignación de activos también deberían valorar ampliar su exposición a materias primas diversificadas. Dado que el oro parece caro según varios indicadores, una cartera más amplia de materias primas que incorpore metales preciosos, metales industriales, energía y productos agrícolas podría ser una alternativa interesante. Más allá de las ventajas específicas del oro, considero que existen señales que apuntan a la posible aparición de un superciclo de las materias primas más amplio, impulsado por el aumento estructural de la demanda energética y por la insuficiencia de la oferta en distintos materiales esenciales para el desarrollo de la IA.