La hipótesis de convergencia cíclica del mercado podría quedar en entredicho
Los indicadores globales de actividad de los mercados desarrollados exhiben solidez a corto plazo, pero prevemos que surjan señales de divergencia y que Estados Unidos deje de marcar el ritmo. Tras la Gran Recesión, las autoridades monetarias de varios países imitaron las decisiones de la Fed —y, en menor medida, también del BCE—, aunque el origen de sus problemas era diferente. Como consecuencia, en esas economías, normalmente pequeñas y abiertas, la inflación acabó siendo más alta que en Estados Unidos y la zona euro. En un contexto global de baja inflación, esta tensión sobre los precios elevó el coste de la vivienda y el endeudamiento de los hogares, pero, como se trataba de economías pequeñas, a estos efectos secundarios de la convergencia de políticas monetarias se les prestó escasa atención a escala mundial.
Mientras la crisis bancaria estadounidense no se extienda al resto del mundo, los países que se apresuren a replicar la respuesta de la Fed a ese contratiempo tendrán que volver a enfrentarse a sus consecuencias: por citar una, la consolidación de la inflación en niveles altos a medio plazo. Por eso pensamos que, si consideramos las relaciones entre los diferentes mercados, algo no cuadra en las actuales cotizaciones. O bien la actual simetría en la fijación inicial de los precios en todos los mercados, según la cual los bancos centrales imitarían automáticamente cualquier posible rebaja de tipos por parte de la Fed, se revela una hipótesis incorrecta, o bien, si es acertada y los supervisores bancarios vuelven a actuar de ese modo, esta injustificada convergencia de las políticas podría traducirse en un incremento de las primas de riesgo en el tramo de vencimientos más largos de la curva de rendimientos en algunos países. Dada la magnitud de estas implicaciones, los precios actuales en el tramo largo de las curvas no tendrían sentido y podrían dar lugar a un desempeño significativamente inferior en una amplia gama de activos frente al mercado estadounidense. Algo tiene que cambiar.